Descripción
La importancia de las vitaminas D3 y K2 para la salud
Durante mucho tiempo, se ignoraron los perjuicios de la carencia de vitamina D porque la exposición a la luz solar y la dieta parecían fuentes suficientes para que el organismo la produjera en las cantidades ideales.
Pero hoy en día, esta carencia se ha vuelto a constatar y nos vemos obligados a recomendar la administración regular de suplementos de vitamina D3 a una gran parte de la población. De hecho, el 80% de la población francesa estaría preocupada, sobre todo las mujeres mayores de 50 años, las personas obesas, así como las mujeres embarazadas, especialmente las que van a dar a luz en invierno o primavera. Esto afecta también a muchos otros casos. El nivel normal de vitamina D en sangre debe ser superior a 75 nmol/l (es decir, 30 ng/ml).
Las consecuencias de la falta
En el ser humano, la vitamina D es sintetizada por las células de la piel mediante la acción de la radiación UV-B procedente del sol. También puede obtenerse de los alimentos, en particular de las yemas de huevo, el pescado azul (arenque, caballa, sardinas) y el aceite de hígado de bacalao. Por desgracia, las fuentes de alimentos de buena calidad se han vuelto escasas, mientras que la exposición a la luz solar ya no es suficiente en una sociedad que vive mucho menos al aire libre. Esto conduce a una falta de vitamina D.
La vitamina D3 contribuye a : - absorción intestinal de calcio y fósforo, que conduce a la consolidación ósea y a una estructura ósea normal; mineralización de los dientes y mantenimiento de una dentición normal, - niveles normales de calcio en sangre, - mantenimiento de una función muscular normal
- funcionamiento normal del sistema inmunitario en los niños; necesario para el crecimiento y el desarrollo óseo normales
- Interviene en el proceso de división celular
Por tanto, la falta de vitamina D3 no deja de tener consecuencias y se recomienda encarecidamente la administración de suplementos en una población debilitada, cuyo organismo ya no sintetiza las cantidades que necesita.
Vitamina D3
Utilizamos una vitamina D3 (colecalciferol) que se adapta perfectamente al organismo como la principal forma de vitamina D que necesita. La vitamina D3 proporciona el 80-90% de las necesidades del organismo, lo que no ocurre con la vitamina D2.
Vitamina K2
La vitamina K2, por su parte, es un potente antioxidante muy poco presente en la dieta y, sin embargo, esencial para la salud del esqueleto, sobre todo en personas cuya fragilidad ósea está aumentada por la edad, el sobrepeso, la diabetes, el embarazo, etc. Ayuda a fijar el calcio y a transportarlo al tejido óseo. Por lo tanto, la suplementación con vitamina D3 y calcio no es eficaz si no se añade vitamina K2.
La vitamina K2 utilizada en nuestra fórmula es la Menaquinona MK7.
Liposomas como agentes de transporte
Se trata de pequeñas vesículas flexibles formadas por una doble capa de lípidos que encierran un compartimento lleno de agua en el que pueden encapsular y proteger sustancias activas, en este caso la vitamina D3, y llevarlas de forma segura a las células, donde serán liberadas con todas sus propiedades intactas.
Cómo utilizarlo
Directamente en la lengua, a cualquier hora del día.
14 gotas aportan 2000 UI de vitamina D3 y 150 microgramos de vitamina K2
Frasco de vidrio tintado con pipeta 100 ml = aprox. 1800 gotas.
Precaución: una sobredosis puede provocar efectos adversos como sed intensa y deshidratación, náuseas y vómitos e insuficiencia renal.