
La N-acetilcisteína (NAC) es una molécula que el organismo puede sintetizar, pero cuyas propiedades se estimulan y enriquecen con una ingesta adicional. Es un aminoácido que activa, entre otras cosas, la producción de glutatión y, por tanto, tiene un efecto antioxidante muy eficaz, así como propiedades desintoxicantes. La NAC puede entrar en las células donde, como precursor del glutatión, actúa manteniendo una cantidad eficaz. Por ello,
es útil como suplemento en todas las patologías en las que existe una carencia de glutatión: virus en general, infecciones, traumatismos, diabetes y enfermedades crónicas.Este complemento alimenticio es particularmente eficaz contra las enfermedades pulmonares, para regenerar el hígado, contra ciertas intoxicaciones y adicciones, contra la depresión... La NAC es un complemento alimenticio excelente, sobre todo en invierno, para proteger el organismo de los virus y otras infecciones. Por tanto, desempeña un papel activo, a todos los niveles, en la defensa del organismo y en el bienestar físico y psicológico.
¿Qué es el NAC?
La N-acetilcisteína es una molécula polivalente (pleiotrópica). Los alimentos de origen vegetal y animal sólo aportan cisteína al organismo. Para convertirse en acetilcisteína, debe ser acetilada por enzimas específicas (acetiltransferasas), lo que tiene lugar principalmente en el hígado.
Sin embargo, los estudios han demostrado que la acetilación sintética es más eficaz, sobre todo en la fabricación de complementos alimenticios, donde la NAC es más fácil de absorber por el organismo. La presencia de N-acetilcisteína en el organismo es esencial para la síntesis de glutatión, que es un potente antioxidante natural. La NAC también interviene en la síntesis de cistina rica en azufre, que favorece la cicatrización de heridas y el crecimiento del cabello. Por último, la N-acetilcisteína actúa como antiinflamatorio al inhibir la actividad y síntesis de sustancias inflamatorias, como las citocinas y los factores nucleares kB.Su acción sobre el sistema inmunitario
La N-acetilcisteína es un agente clave de la inmunidad. Aumenta los niveles de glutatión del organismo, uno de sus antioxidantes más potentes, lo que constituye una excelente baza en la lucha contra la aparición de radicales libres causantes del estrés oxidativo que puede provocar numerosas enfermedades crónicas e infecciones.
El papel de la NAC es, por tanto, esencial cuando la cantidad de glutatión en las células disminuye debido a una alimentación desequilibrada, a la presencia de toxinas medioambientales, a una elevada exposición al estrés, pero también con el paso del tiempo, a medida que el organismo envejece.
Su acción sobre el sistema respiratorio
La N-acetilcisteína se utiliza por vía oral en caso de secreciones bronquiales abundantes. En neumología, actúa como mucomodificador mucolítico, es decir, al actuar sobre la "fase gel" del moco excesivamente espeso, lo licua y facilita la expectoración.
Al licuar las secreciones bronquiales, luchar contra la inflamación y mejorar la respiración, la N-acetilcisteína es eficaz contra la bronquitis en particular, pero también contra las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas: insuficiencia respiratoria, tos crónica, expectoración, falta de aliento, etc. La NAC también es eficaz para mejorar la función pulmonar en ciertas formas de asma, las que presentan signos de mucosidad en los pulmones. Además, un estudio de seis meses de duración realizado en enfermos crónicos mayores de 65 años demostró que la toma de NAC reducía significativamente la frecuencia, gravedad y duración de los episodios gripales durante el invierno, a la vez que era muy bien tolerada por el organismo.Una función desintoxicante
La NAC está reconocida como un desintoxicante del organismo. De este modo, actúa contra los efectos secundarios de las toxinas ambientales, como
metales pesados (mercurio, plomo, arsénico) que se concentran en el hígado, los riñones y el cerebro, entre otros lugares. Estos metales consumen el glutatión y provocan su carencia, lo que altera el buen funcionamiento de los antioxidantes y, por tanto, del metabolismo en todo el organismo. Por lo tanto, la NAC, que facilita la síntesis de glutatión, desempeña un papel importante en este caso. Como desintoxicante, también actúa contra los contaminantes (tabaco y pesticidas) haciéndolos solubles y, por tanto, más fáciles de eliminar por medios naturales. La NAC también puede reducir la toxicidad del acetaldehído, un compuesto orgánico que se produce por la degradación del alcohol y que es mucho más tóxico que el propio alcohol, ya que favorece la producción de radicales libres, provoca la glicación, que modifica la estructura de las proteínas, y reduce la producción de glutatión.
Trastornos del estado de ánimo
La NAC puede beneficiar a varias funciones cerebrales esenciales, como el aprendizaje, la memoria y otras actividades cerebrales. También actúa sobre la ansiedad y la depresión.
Normaliza los niveles de dopamina y glutamina, neurotransmisores necesarios para el buen funcionamiento del cerebro y que están alterados en las personas que sufren adicción. Cuando sus niveles son excesivos, mientras que los de glutatión son demasiado bajos, se altera la actividad cerebral. Por ello, se han investigado los efectos de la NAC en este contexto y hay investigaciones alentadoras que demuestran que ayuda a reducir, por ejemplo, los síntomas del trastorno bipolar, la depresión y el TOC. La enfermedad de Parkinson puede verse agravada por un estrés oxidativo prolongado y una capacidad antioxidante reducida, lo que conduce a la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas. La NAC puede mejorar el ciclo de la dopamina. También reduce ciertos síntomas como los temblores. Otros estudios indican que también tiene efectos sobre la enfermedad de Alzheimer, gracias a su acción sobre la presencia de glutatión, que reduce los daños causados por la edad en las células cerebrales.Fertilidad
En los hombres, la NAC puede corregir la infertilidad, a menudo causada por una actividad antioxidante demasiado escasa en su sistema reproductor. Actúa aumentando rápidamente el número de espermatozoides y mejorando su movilidad, concentración y morfología.
En las mujeres, favorece la fertilidad estimulando la ovulación en casos de síndrome de ovario poliquístico.