Guía de complementos alimenticios naturales

Complementos alimenticios

Suplementos, cuando la dieta no aporta los nutrientes necesarios

Aunque el consumo de complementos alimenticios se ha disparado en Francia en los últimos años, su propia definición parece difícil de entender. Compuestos por vitaminas, minerales o extractos de plantas, estos productos relacionados con la salud se rigen en Europa por una normativa que especifica sus características y controla su distribución. La suplementación es una excelente forma de combatir las carencias de nutrientes provocadas por el estilo de vida moderno y una dieta cada vez más pobre. Sin embargo, es importante entender que estos productos son sustancias activas que, si se utilizan eficazmente en las condiciones adecuadas, pueden ser peligrosas si su origen es cuestionable o si se utilizan de forma indebida.

¿Qué son realmente los complementos alimenticios? El marco normativo europeo.

La denominación complemento alimenticio se define en la Directiva 2002/46/CE relativa a los complementos alimenticios que contienen vitaminas y minerales. Establece una serie de requisitos, entre ellos el contenido mínimo y máximo de vitaminas y minerales, así como el etiquetado de los productos. El Reglamento 1170/2009, de 30 de noviembre de 2009, es una modificación de la Directiva de 2006. Define la lista de sustancias minerales y vitamínicas autorizadas. Cada sustancia es objeto de un análisis completo por parte de la EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Libre, que autoriza o no su comercialización. Entre 2005 y 2009, la EFSA recibió 533 expedientes relativos a complementos alimenticios. 186 fueron retirados durante la investigación, y la mitad de los demás no presentaron pruebas suficientes de eficacia alguna. Por último, 39 de los rechazados tenían problemas de seguridad. El papel de la EFSA es, por tanto, de vital importancia para garantizar que los suplementos que usted consume son seguros.

¿Cómo reconocer los complementos alimenticios de calidad?

Como puede ver, no todos los complementos alimenticios son iguales. Para encontrar un producto de calidad, primero hay que fijarse en su composición. Dé preferencia a los productos naturales o de origen natural y evite los complementos repletos de excipientes y otros conservantes.

En segundo lugar, el origen del suplemento es también una garantía de calidad. Francia, pero también Alemania y Bélgica tienen muchos fabricantes que han demostrado su saber hacer. Los productos procedentes de Estados Unidos u otros países no pertenecientes a la UE no se controlan del mismo modo. Estos productos no cumplen ninguna norma e incluso pueden ser muy peligrosos para la salud. Con Internet, es fácil obtener sustancias de todo el mundo. Sin embargo, para un uso seguro, prefiera un suplemento fabricado en Europa.

En segundo lugar, la trazabilidad de los ingredientes es un criterio clave para identificar un suplemento de calidad. Saber de dónde procede el producto que se consume permite conocer cómo se ha producido o recogido, lo que también puede influir en la calidad del producto final.

Por último, la seriedad del fabricante y su experiencia también son indicadores valiosos a la hora de verificar la calidad de un producto. ¿Cuánto tiempo lleva el fabricante fabricando productos de micronutrición? ¿Está rodeado de expertos? ¿Utiliza laboratorios certificados? Todas estas son preguntas que debes hacerte antes de comprar.

Los suplementos vendidos en farmacias están sujetos a un proceso de verificación reforzado. Son evaluados por la Agencia Francesa del Medicamento, que garantiza su seguridad y eficacia. Al comprar sus productos en una farmacia, tiene la seguridad de consumir un complemento cuyo origen, composición, fabricación y eficacia han sido comprobados.

¿Son esenciales los complementos alimenticios para gozar de buena salud?

El mercado de los complementos alimenticios crece rápidamente. Más que un fenómeno de moda, es una toma de conciencia global de la mala salud general de la población. Las enfermedades tienen su origen en deficiencias, causadas por una mala alimentación, el estrés, pero también por la falta de nutrientes en los alimentos que ingerimos. Incluso con una dieta equilibrada, nuestra vida moderna crea una serie de carencias que nuestro organismo es incapaz de compensar.

La carencia de hierro es muy frecuente en las mujeres. Provoca fatiga, pérdida de tono muscular, dolores de cabeza y caída del cabello. Sin embargo, aunque se consuman muchos alimentos ricos en hierro, su escasa absorción por el organismo no compensa la carencia.

El zinc es un oligoelemento esencial que desempeña un papel clave en el sistema inmunitario. Se recomienda consumir 12 mg de zinc al día para evitar carencias. Sin embargo, el zinc está contenido en las ostras, el cerdo y los hígados de ternera o la carne de cordero, alimentos difíciles de consumir a diario.

En cuanto a las vitaminas, el 25% de las mujeres adultas sufren carencia de vitamina A, el 20% de betacaroteno y más del 10% no consumen suficiente vitamina C. La carencia de vitamina D es más frecuente en las regiones septentrionales de Francia. Las carencias de vitamina B1 y B6 también son muy frecuentes, sobre todo en mujeres adultas. La fatiga, el estrés, la depresión, el dolor y la pérdida de energía son síntomas de carencia de vitaminas. Por supuesto, se recomienda el consumo de frutas y verduras, pero en caso de carencia importante, los alimentos por sí solos no pueden aportar el 100% de las necesidades diarias.

Los complementos alimenticios aportan una solución, al suplir fácilmente las carencias, ayudan a evitar problemas de salud. Las vitaminas y los minerales están concentrados, lo que permite consumir grandes cantidades de nutrientes en una sola cápsula. Algunas formas de complementos alimenticios ofrecen una biodisponibilidad reforzada, como la forma liposomal, que tiene un efecto más potente gracias a su acción en el corazón de sus células. Así pues, aunque es cierto que todos los nutrientes están presentes en los alimentos, los complementos alimenticios garantizan una dosis diaria ideal y permiten una ingesta fácil. Son los únicos que pueden suplir eficazmente las carencias para evitar que surjan problemas de salud. Por tanto, puede decirse que, en caso de carencia comprobada, son indispensables y los médicos las prescriben ampliamente.

¿Qué contienen realmente los complementos alimenticios?

Cápsulas, pastillas, polvos o ampollas líquidas, los complementos alimenticios pueden adoptar muchas formas, pero ¿qué contienen realmente?

  1. Vitaminas

La alimentación es nuestra única fuente de vitaminas, ya que el organismo no puede sintetizarlas, a excepción de la vitamina D. En los complementos alimenticios, encontrará principalmente vitamina C y E, vitamina A, así como toda la serie de vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6, B9 y B12).

  1. Minerales y oligoelementos

El magnesio y el selenio son los oligoelementos más comunes en los complementos alimenticios. A continuación vienen el calcio, el cromo, el cobre y el flúor. Estos minerales tienen múltiples efectos sobre la piel, las articulaciones, pero también sobre el cansancio y la moral.

  1. Proteínas, ácidos grasos y aminoácidos

En cuanto a los ácidos grasos, los omegas 3, 6 y 9 son los suplementos esenciales más importantes. Suelen obtenerse del aceite de pescado y tienen efectos sobre el sistema cardiovascular y el estado de ánimo. La creatina, un aminoácido conocido por mejorar el rendimiento físico, también es un micronutriente presente en los complementos alimenticios.

  1. Extractos vegetales

Los extractos de plantas también se utilizan en la composición de complementos alimenticios, extracto de zanahoria para el cutis, alcachofa o rábano negro para el hígado, guaraná para quemar grasas, té verde para drenar o jengibre para desintoxicar.

  1. Excipientes

Los complementos alimenticios también pueden contener excipientes: conservantes, aromatizantes o colorantes. Cada sustancia debe indicarse claramente en la etiqueta del producto.

Hoy en día, los fabricantes de complementos alimenticios ofrecen fórmulas que combinan varias sustancias activas para conseguir efectos combinados. Vitamina C y E combinadas con selenio para luchar contra el estrés oxidativo, magnesio y vitamina B6 para reforzar el sistema inmunitario, JAMÓN y CIMICIFUGA para luchar contra los efectos de la menopausia, estas mezclas formuladas para responder a una necesidad específica ofrecen un concentrado de eficacia.

Complementos alimenticios, no siempre naturales

Complemento alimenticio no siempre significa producto natural. En algunos casos, la molécula presente en el producto es sintética, es decir, se produce a partir de un proceso químico y, por tanto, no es natural. Las sustancias activas, cuando son naturales, son más fácilmente asimilables por el organismo, hablamos de la biodisponibilidad de las moléculas. En concreto, el cuerpo humano reconoce más fácilmente las sustancias naturales y las utiliza con mayor facilidad. Esto significa que un complemento alimenticio con compuestos naturales es mejor tolerado por el organismo y, por tanto, más eficaz.

Un ejemplo es la vitamina C, disponible en algunos suplementos tanto en forma sintética como natural. Aunque a primera vista la vitamina C sintética puede parecer tan eficaz como la derivada de la acerola, por ejemplo, en realidad las cosas son mucho más complicadas. La síntesis de la vitamina C da lugar a dos moléculas diferentes en forma de ácido L-ascórbico y ácido D-ascórbico. Mientras que la primera tiene las mismas características que la vitamina C natural, la segunda no puede ser absorbida por el organismo. Dependiendo del porcentaje de una u otra en su complemento alimenticio, no absorberá la misma cantidad de vitamina C que su organismo puede utilizar.

En general, elegir un suplemento dietético elaborado con ingredientes naturales garantiza una mejor calidad del producto, una absorción óptima y una mayor eficacia. El riesgo de efectos secundarios también se reduce significativamente, con la excepción de las alergias.

¿Pueden ser peligrosos para la salud los complementos alimenticios?

Con el auge de los complementos alimenticios, algunas personas tienden a decir que podrían ser un riesgo para la salud. En realidad, los complementos alimenticios no presentan ningún riesgo si son de buena calidad, pero al estar compuestos por sustancias activas, no deben consumirse de ninguna manera. De hecho, un extracto de planta puede ser potencialmente peligroso si se toma en cantidades demasiado grandes. Su acción puede verse alterada si se combina con otros productos o medicamentos. Algunas sustancias están contraindicadas si padece determinadas afecciones médicas.

He aquí algunos ejemplos de productos naturales contraindicados para determinadas enfermedades:

  • El betacaroteno, aunque parece inofensivo, aumenta el riesgo de cáncer en los fumadores. Por lo tanto, no se recomienda a los fumadores. El betacaroteno se encuentra en suplementos destinados a preparar la piel para el bronceado antes del verano.
  • La soja es un fitoestrógeno y está totalmente contraindicada si se ha padecido cáncer de mama. Se encuentra en muchos complementos alimenticios.
  • La hierba de San Juan, un potente antidepresivo natural, reduce los efectos de la píldora anticonceptiva.
  • El regaliz para la gastritis crónica no se recomienda a las personas con cardiopatías o hipertensión, ya que contiene glicirricina, una sustancia que aumenta la tensión arterial. Si se encuentra en este caso, debe utilizar extractos de regaliz deglycyrrhizinated o DGL, es decir, deshacerse de su glicirricina.

En general, debe consultar a un médico o nutricionista antes de tomar cualquier complemento alimenticio. Nunca debe ignorar sus efectos en el organismo, ya que se trata de sustancias activas. Suelen ser útiles y beneficiosos para la salud, siempre que se utilicen correctamente.

Complementos alimenticios cada vez más eficaces, la revolución liposomal

Recientemente ha descubierto una nueva forma de complementos alimenticios llamados liposomales. Esta nueva formulación pretende reforzar los efectos de los principios activos contenidos en los complementos alimenticios. El liposoma permite una acción dirigida y una absorción ideal de la sustancia activa por el organismo.

Piedra angular de la terapia ortomolecular, el liposoma es una vesícula lipídica que se utiliza para transportar el principio activo al interior de las células. Capaz de penetrar en la membrana celular y resistir el ataque enzimático, el liposoma protege la sustancia que contiene para hacerla llegar allí donde el organismo realmente la necesita. El creador de la medicina ortomolecular, Linus Pauling, estaba convencido de que las deficiencias vitamínicas eran la causa de muchos trastornos y enfermedades. Sus trabajos sobre la vitamina C, ahora disponible en forma liposomal, dieron origen a esta nueva forma de medicina, que él mismo describió como "biológicamente correcta", es decir, basada en la biodisponibilidad de los principios naturales.

El liposoma se utiliza ahora ampliamente en cosmética, pero también en el campo de los complementos alimenticios. La forma liposomal, aplicada a la vitamina C o la curcumina, por ejemplo, permite formular suplementos muy eficaces. Como también puede transportar enzimas, genes y anticuerpos, el liposoma es objeto de numerosas investigaciones en los campos de la vacunación, el cáncer y la terapia génica.

La vitamina C es una de las vitaminas más utilizadas como suplemento. En forma liposomal, se compone de ascorbatos y flavonoides, exactamente igual que la contenida en frutas y verduras. En general, el organismo lo tolera mejor, sobre todo en el intestino, y por tanto se asimila mejor. Esta vitamina C de nueva generación tiene una acción antirradicales libres reforzada y permite colmar eficazmente las carencias de vitamina C responsables de migrañas, dolores óseos e incluso problemas de inmunidad.

¿Por qué algunos complementos alimenticios son mucho más caros que otros?

El precio de un complemento alimenticio varía mucho. Dependiendo de la dosis de principio activo que contenga, de su calidad y del origen de sus componentes, el precio de los suplementos puede variar desde el simple hasta el triple. Por tanto, es esencial comprobar algunos datos esenciales antes de comparar precios. En Europa, los complementos alimenticios están controlados y su eficacia debe demostrarse, lo que no ocurre, por ejemplo, en Estados Unidos. Este proceso de acreditación garantiza la calidad del suplemento que desea comprar.

En cuanto a la dosificación y composición del producto, también en este caso sólo los productos vendidos en Europa están sujetos a controles y requisitos de etiquetado. Pero incluso entre los productos europeos hay que tener cuidado con la cantidad de principios activos que contienen si se quiere comparar precios de forma objetiva. En algunos casos el precio puede parecer más barato, pero si la dosis es menor puede que tenga que tomar 3 veces más para obtener la misma eficacia.

Por último, la procedencia de los principios activos y su modo de fabricación también pueden influir en el precio del producto. También en este caso, la trazabilidad es obligatoria en Europa, por lo que podrá encontrar fácilmente esta información. En el caso de los productos procedentes de otros países no pertenecientes a la CE, no tiene ninguna garantía sobre su formulación ni sobre el origen de los elementos que los componen.

Los complementos alimenticios vendidos en farmacias están sujetos a un control adicional por parte de la Agencia Francesa del Medicamento. A menudo más caros que los productos disponibles en los supermercados, son los únicos que garantizan eficacia y seguridad.